La ñata contra el vidrio

Historias de un bar cualquiera

lunes, 12 de mayo de 2008

Falta de medicación

Desde hace un tiempo que al Loco lo noto raro. ¿Raro?.
Y... si.
Si pararse en frente del bar, sacarse los zapatos, desabrocharse la camisa hasta el ultimo botón y proferir insultos contra la iglesia no es estar raro... bueno, no sé qué será estar raro.
Hace un tiempo, cuando andaba mejor me comentaba que estaba cansado de tomar la medicación que le daban.
Que él consideraba que ya estaba bien, que tanta pastilla lo había cansado.
Uno, dentro de su ignorancia, lo único que pudo hacer en su momento es recomendarle que no corte con las pastillas.
Evidentemente, no me hizo caso.
Carlos Macedo, 11:52 | link | 0 comments |

lunes, 26 de marzo de 2007

Los cantitos del loco


El loco tiene sus días. A veces viene de un humor de perros y no hay que hablarle.
No porque se ponga violento o algo así, sino porque empieza a despotricar contra cualquier cosa que sea que lo haya puesto de mal humor.
A veces, es victima de los comentarios y las risas de quienes no lo conocen y reconocen en él a un individuo al que le faltan algunas fichas en el tablero.
Otras veces viene de buen humor y es igualmente insoportable.
Canta desde la puerta de entrada, recita poemas.
Hay cosas que canta o recita que a veces me sorprenden, como el día que entró diciendo "Corneta no murió, está en el Cielo tocando para los pibes de Cromañon".
Imagen: Mario Natalini
Carlos Macedo, 9:44 | link | 1 comments |

El cuadro del cura

En algun lugar del blog hice referencia a que el cura era hincha de River, pero me equivoqué.
Días pasados, viendo algún partido del Nacional B, uno de los parroquianos le preguntó sobre el club de sus amores.
Y aquí viene lo curioso: el cura es hincha de Independiente.
¿Y lo curioso?
Digamos que un cura hincha del Diablo, no es algo muy comun.
Carlos Macedo, 9:42 | link | 0 comments |

jueves, 15 de marzo de 2007

Los dientes del Tio

Como un gran porcentaje de personas mayores de edad, el Tio tiene dentadura postiza.
Eso no sería problema, si no fuera porque, aparentemente, el adminículo le molesta para comer.
Un día en el que no tenía gran cosa que hacer, me puse a conversar con él.
La verdad es que lo notaba medio raro, pero como no le había prestado mucha atención hasta ese momento, supuse que estaría enfermo.
Hasta que de golpe, interrumpió lo que estaba diciendo, me hizo una seña con la mano derecha como diciendo "esperá un segundo", metió la mano en el bolsillo de la camisa y... SACÓ LOS DIENTES QUE TENÍA AHÍ GUARDADOS Y SE LOS PUSO.
Así, sin anestesia, delante de todo el bar.
Carlos Macedo, 3:54 | link | 0 comments |

lunes, 19 de febrero de 2007

Los Mozos

Una parte importante en la vida de un bar son los mozos, ellos deciden por los clientes, aportan esa calidez que hace que alguien quiera volver al lugar (o no volver nunca, depende)
En el bar de mi suegro hay 3: El Cuchi, Cordobita y el Kun.
El Cuchi: Petiso, cabezón, hincha de Boca, no es el mejor de los 3, pero es (tal vez) el más macanudo. Como defecto le podríamos marcar el hecho de que todo el tiempo esté tratando de pasar cosas de la cocina al salón sin que uno se dé cuenta, de esta forma se queda con el 100% del valor de lo que sacó. En ese sentido hay que estar atento cuando él está.
El Cuchi tiene un hijo, Juan, de 15 años, que juega al futbol en las inferiores de un club de la zona. Es el único de los hijos que vive con él, los otros viven con la mujer. Creo que tiene un hijo guardado a la sombra, pero esto no es algo de lo que él hable con mucha frecuencia.
Cordobita es el más efectivo, vende bien, sabe ofrecer lo que más conviene que salga y tiene algo que hace que la gente le deje buenas propinas.
Por desgracia es bastante desconfiado, déspota con los cocineros y el orgullo que tiene por sus años de experiencia hacen que se haga odiar con cierta facilidad, ya que cuando pide las cosas, o remarca algo, lo hace de una manera muy agresiva e irritante.
Conmigo tuvo varias agarradas por cuestiones de trabajo, nada serio, pero lo suficiente como para que él esté todo el tiempo en guardia... y yo también.
El Kun (se llama Eduardo) es el mozo que va los fines de semana. Esta jubilado no se de qué, así que despunta el vicio y se hace unos manguitos.
Bien petiso, canoso e impecable, del Kun nos divierte con algunas salidas que tiene cuando hace referencia a los clientes.
Hincha de River (al igual que Cordobita), se pasa los fines de semana entre cigarrillos y partidos de futbols.
Amable y bonachón, vendría siendo como el abuelito de todos los que trabajamos ahí.
Carlos Macedo, 6:11 | link | 0 comments |

El Cura


La clientela de un bar se caracteriza por ser de lo más variada.
Como si fuera una segunda parte del tango "Cambalache", sentados en las mesas conviven figuras y personajes tan distintos entre sí que a veces me quedo mirando el salón y pensando, buscando un punto en común para todos ellos (aparte de la cita cotidiana del café), y la verdad es que no lo encuentro.
Uno de esos personajes es un sacerdote.
Grandote y amable, el cura llega puntual a la hora que comienza el partido.
¿Qué partido?.
Cualquiera, al cura le gusta ver fútbol.
Me atrevería a decir que es hincha de River Plate, por algunas actitudes que le vi un par de veces, pero con esta gente nunca se sabe.
Llega al bar, pide "lo de siempre" (tostadas con mermelada diet y café con leche), y se sienta.
Por ahí lo veo divertirse con los comentarios de los parroquianos sobre tal o cual jugador.
Es raro, porque me da la sensación que dentro de todo lo cuestionables que pueden llegar a ser los curas, éste hombre se salva.
Según los mozos (de los que hablaré pronto), el tipo es bastante "humano", por asi decirlo, a buen entendedor...
Debería explayarme mucho sobre este personaje, calculo que lo haré más adelante.
Carlos Macedo, 3:12 | link | 0 comments |

miércoles, 7 de febrero de 2007

Manu

Apodado de esta forma en honor al basquetbolista argentino Emanuel Ginobili (más adelante explico el porqué), en Manu encontramos lo que en nuestra tierna infancia hubieramos catalogado como (Y perdón a los espíritus sensibles) "Viejo choto".
A simple vista, es parecido a Darth Vader cuando se sacó la máscara (en serio, el tipo está bastante baqueteado), medio encorvado y camina con una leve inclinación hacia la izquierda.
Es abogado, y debe haber sido uno de los buenos, o de los primeros, ya que es saludado con afecto por buena parte de los clientes habituales y no tanto del bar.
Se sienta siempre en la misma mesa y pide un cortado (caliente como para pelar la lengua).
De vez en cuando se clava un whisky, pero no siempre.
Manu reniega de todo: de los taxistas, de los cadetes de mensajería; su frase preferida es "HAY QUE METERLES BALA A TODOS".
El apodo de Manu se lo ganó cuando nos dimos cuenta que este gracioso hombrecito, se divierte haciendo bollito las servilletas y tirandolas por todo el salón, como si estuviera jugando al basquet.
Tal vez vuelva a ocuparme de Manu, pero no creo.
Carlos Macedo, 3:39 | link | 1 comments |

El Mudo

Este tipo es un misterio.
Joven, alto, flaco y parecido a uno de los Muppets, el Mudo llega al bar todos los días a la misma hora, pide un café con leche con mediaslunas y se pasa la tarde sentado, fumando.
En algo debe trabajar, hasta ahora nadie (ni siquiera los mozos, que son los que más charlan con él) sabe a qué se dedica.
Es amigo de todos, saluda con corrección a la gente que va llegando.
Una ameba, digamos.
Salvo que salga en los diarios en alguna noticia policial, o descubramos que en realidad es agente de alguna agencia de inteligencia, no creo que vuelva a mencionar al Mudo.
Carlos Macedo, 3:30 | link | 0 comments |

jueves, 11 de enero de 2007

El Tonto

Di muchas vueltas viendo cómo podía nombrar a este personaje, y la verdad es que no hay otra.
Fisicamente es normal, pero a nivel cerebro parece que no tiene todos los caramelos en el frasco.
El Tonto es, entre otras cosas, mitómano. Miente en forma automática.
Uno habla con él y en algún momento se le sale la cadena y arranca a adornar las historias con fragmentos extraidos puramente de su imaginación.
A mi me dijo, por ejemplo, que años antes había sido suplente de Hugo Porta en Los Pumas.
También me dijo que había sido cura, pero que había dejado los hábitos cuando uno de los cinco hijos que tiene le pidió llevar su apellido.
Otra vez me comentó que infinidad de veces se hizo cargo (simultaneamente) de la caja, cafetería y cocina del bar cuando no había quien lo haga.
Tengo entendido que tuvo un par de intentos de suicidio, con lo cual la idea de que no cerebralmente no tiene los patitos en fila me empieza a cerrar con más fuerza.
Lo que tiene de bueno es que divierte a la gente en su mesa con sus ocurrencias y comentarios. Un par de veces lo echaron de la misma por mentiroso, pero vuelve. Siempre vuelve.
Ojo, a mi modo de ver es un tipo peligroso.
Al principio tenía buena onda conmigo, venía y charlaba, pero con el tiempo empezó a cambiar de actitud.
Un día había ido al bar con un pantalon de vestir negro con lineas claritas. Del año del jopo.
Cuando lo vi, me asomé a la puerta y le dije "Ahí llamó el guitarrista de Gardel, que le devuelvas el pantalon".
El Tonto me contestó, desafiante: "Vení y buscalo vos". No me gustó la respuesta, no me gustó el tono.
No le dí más bola.
Carlos Macedo, 5:54 | link | 1 comments |

La mesa de Chacho

Como comenté antes, la mesa de Chacho es una de las fijas que tengo todas las tardes.
Veamos en profundidad (no tanta) a algunos de sus integrantes:
Juan es bonachon, ronda los setenta años y maneja un negocio de quiniela al lado del bar. Aparte del Tonto, es el unico laboralmente activo de la mesa. Conmigo no habla mucho, pero sé que es amigo de mi viejo, que cumple años en septiembre y que todos los días compra un café con leche con facturas para su empleada.
El Pipeta es bien gordo, dueño de una risa bastante sonora, siempre apegado a su carterita y bastante afecto al whisky con agua y mucho hielo. Es otro de los que me habla maravillas de mi papá y me trata como si yo fuera su sobrino. Con él tuve un par de agarradas por temas que trataré más adelante. Me dolió tratarlo mal, pero se lo merecía.
Chiquito, morocho, pelado, Mate fue inmortalizado en varias oportunidades por un humorista local, incluyendolo como testigo mudo en sus chistes. Creo que es profesor de biología, tiene un hijo que va rumbo a la obesidad a pesar de tener 10 años, no habla mucho pero se ríe todo el tiempo y escucha lo que comentan los otros.
Al que le voy a dedicar un parrafo aparte es al Tonto.
Ese tipo no tiene desperdicio.
Carlos Macedo, 5:27 | link | 0 comments |

miércoles, 10 de enero de 2007

El busca

Este personaje me da mucha pena. Y mucha bronca. Y mucho de todo.
Todos los sentimientos humanos se concentran en este tipo al que llamaremos "El Busca".
El Busca está todo el tiempo procurando sacar ventajas del resto de los mortales.
Siempre consigue que alguien le pague el café, cigarrillos, algo para comer.
Es, ni más ni menos, una rata.
Y se daran cuenta de esto cuando empiece a contarles las andanzas de este infeliz.
Carlos Macedo, 8:31 | link | 2 comments |

martes, 9 de enero de 2007

Roque y Enrique

Roque y Enrique vendrían siendo socios-fundadores del bar.
Los dos trabajan vendiendo santos, estampitas, virgenes y rosarios la lado de la Catedral Basílica.
Desde que tengo memoria, Roque y Enrique están en sus triciclos de reparto acondicionados, sentados y esperando turistas y peregrinos para ofrecer su mercancía.
Tambien desde que tengo memoria, Roque y Enrique son clientes del bar.
El bar les da abrigo cuando hace mucho frio, les brinda un café caliente para seguir con su tarea, e inclusive les da un momento de esparcimiento, ya que ambos bromean con los mozos y el personal cuando llegan. Enrique más que Roque.
Alguien definió a la Argentina alguna vez como un "crisol de razas".
El bar donde trabajo, en ese caso, sería un "crisol de almas".
Carlos Macedo, 4:31 | link | 0 comments |

El Loco


Este es otro de los personajes cuya presencia alentó la creación de este blog.
El Loco fue peluquero, o por lo menos eso dicen, hasta que le agarro (paradójicamente) mal de Parkinson, enfermedad que lo obligó a dejar de cortar el pelo (obviamente) y que fue deteriorando su salud mental hasta transformarlo en lo que es.
El Loco es inofensivo. Se rie todo el tiempo, bromea con quien es de su confianza (uno de los mozos y yo somos los blancos preferidos de sus chistes), y su sentido de la moral y la educación hace que en algunos casos haga referencia a alguno de los clientes del bar en forma despectiva y violenta. Por supuesto, en voz alta, como para que todo el mundo escuche la gran verdad que está diciendo.
Tengo que confesar que al principio me causaba curiosidad este hombrecito de mediana estatura, vestido siempre en forma impecable, gran lector de La Biblia, seguidor a muerte de Perón y Evita, fumador empedernido y tomador crónico de café.
Siempre se sienta en la misma mesa, y cuando ésta no se encuentra libre, se pasea por la vereda del bar hasta que los parroquianos la desocupan.
El Loco me divierte mucho, está todo el tiempo haciendo bromas, juegos de palabras y tiene un humor que realmente debería ser imitado por varios de los que frecuentan mis tardes.
Carlos Macedo, 3:35 | link | 0 comments |

lunes, 8 de enero de 2007

El Tío

Hombre de pocas - e indescifrables- palabras, de El Tío sé que vivió en Buenos Aires, que fue marino y que le dieron de baja de la fuerza por un problema cardíaco.
Sé que vive solo en una pieza en una pensión inmunda en la zona roja.
Sé que tiene una hija que lo hechó de la casa, que tuvo innumerables mujeres y que una de ellas lo dejó en la vía, por eso se vino a vivir aqui.
El Tío anda siempre impecable: invierno y verano con camisa mangas largas ("las camisas de mangas cortas y las remeras son para los maricones", me dijo), y todas las noches es el mismo pedido: un café con leche con 2 facturas y el diario, que lee y lee y lee durante 2 largas horas.
Hay veces que me doy cuenta que no se quiere ir a la pensión. Se queja -una de las tantas cosas por las que se queja- porque le cierran la puerta y lo tratan mal cuando golpea a la medianoche, es por eso que a una hora prudencial, se levanta, me saluda y se va. Asi hasta el otro día.

Carlos Macedo, 8:55 | link | 0 comments |

Chacho

Este será uno de los personajes que voy a nombrar con mucha frecuencia en mis relatos.
Chacho es habitué del bar. A las 5 en punto de la tarde, de lunes a lunes, lo depositan en la puerta. Se sienta todos los días en la misma mesa, y espera. ¿Qué espera?.
Espera la llegada de sus compañeros de tarde: el plantel es el mismo de siempre: Juan, el Mate, el Tonto, el Pipeta; y eventualmente se agrega algun que otro convidado ocasional.
Chacho pide lo que todos toman y a la hora de pagar, no de deja que nadie lo haga. Invita a todos cualquier cosa que consuman durante su estadía en esa mesa.
Obviamente, los mozos lo adoran y sus compañeros de mesa lo veneran como un Dios.
De Chacho y su mesa hablaremos luego.

Carlos Macedo, 5:26 | link | 0 comments |

PRESENTACION


Mi suegro tiene un bar.
Y como uno de los cajeros se iba a estudiar a otra provincia, me propuso ocupar su lugar.
Por supuesto que acepté: el trabajo en la caja de un bar no es nada estresante, es bastante llevadero y sin complicaciones.
Desde mi pequeño bunker, detrás de la barra, comencé a encontrar todo tipo de personajes y de historias. Algunas divertidas, algunas crueles.
Este es un pequeño relato de los personajes y sus historias de vida.
Carlos Macedo, 4:52 | link | 0 comments |